En este post quiero compartirles una recopilación de
información supremamente importante que encontré en diferentes sitios
especializados en el tema de los mandalas, quiero enfocarme en el uso de los
colores determinados para tratar diferentes dificultades en los
niños.
Primero debemos saber algunas cosas necesarias, si ya
tienes conocimientos básicos previos de los mandalas puedes pasar a los
ejercicios en la parte final del post.
¿Qué son los mandalas?
Un mandala está constituido por un conjunto de figuras
y formas geométricas concéntricas que representa las características más
importantes del universo y de sus contenidos. El término mandala, es
de proviene del sánscrito, una lengua antigua de la Índia, significa círculo
perfecto. Los mandalas son alusiones imaginadas espirituales y
rituales utilizadas en el budismo y el hinduismo.
¿Y para qué sirven?
Entre de los variados métodos de relajación
orientales, se encuentra la de pintar mándalas. Este método de relajación no
demanda ninguna regla concreta, como puede serlo en otras, ya que quien está
haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. La pueden
realizar personas de cualquier edad.
Los mándalas son benéficos para expandir la capacidad
de la mente, la memoria, la concentración, activación de la energía positiva y
para elevar el nivel de conciencia.
Son sinnúmero de beneficios los que podemos tomar de
un mándala, lo menos que puede hacer por nosotros es ayudarnos a centrarnos
cuando padecemos de alguna alteración nerviosa, nos ayuda a relajarnos y a
encontrar la paz en medio de las dificultades.
- Avivan la atención y la concentración.
- Ayudan el desarrollo de la psicomotricidad fina de manos y dedos.
- Siembran el bienestar interior del niño, al centrarse en una actividad placentera como es el hecho de pintar.
- Benefician su creatividad e imaginación.
- Disminuyen el estrés y la ansiedad.
- Sirven para desarrollar la paciencia, la constancia y la perseverancia.
- Permiten que trabajemos conceptos geométricos: círculos, triángulos, cuadrados, estrellas.
- Facilitan introducir nuevo vocabulario, de colores, formas, tamaños o emociones.
- Favorecen el aumento de la autoestima, al permitir que el niño cree algo propio y único.
- Incentivan su sentido estético.
En resumen, pintar mandalas aporta grandes beneficios
a los niños siendo un óptimo ejercicio de estimulación cognitiva, lo que
resulta ser un instrumento muy significativo para tener en cuenta no solo en
las aulas sino también en casa.
En internet encontramos muchas páginas que hablan
sobre los mandalas, para imprimir y colorear o bien podemos comprar algún
cuaderno o libro de mandalas.
¿Cómo funcionan?
El mándala enviará impulsos a la mente interna
alcanzando a los receptores del cerebro en donde se procesa y se obtiene una
reacción.
¿Y los colores?
Un mándala siempre va a ser efectivo y benéfico
con cualquier color, pero es más provechoso, cuando nosotros ya hemos
encontrado una dificultad en el niño, y necesitamos corregir, entonces podemos
recurrir a un color especifico, que operaría de forma inmediata,
activando el proceso de mejoría.
¿Entonces cual color debo
usar?
Rojo:
Es el color del afecto, la entusiasmo, la
positivismo, la potencia, firmeza, independencia, conquista, brusquedad, rabia,
y rencor. Estimula la fuerza vital a todo el cuerpo. Aumenta la confianza y
seguridad en si mismo, permite controlar la agresividad y evitar querer dominar
a los demás. En la índole de lo físico lanza energía a la parte inferior del
cuerpo, provee de fuerza a los órganos reproductores y activa el instinto de
supervivencia.
Anaranjado:
Energía, optimismo, ambición, actividad, valor, confianza en si mismo,
afán de prestigio, frivolidad. fomenta la tolerancia para socializar y
proyectarse con toda la gente. Incrementa la autoestima, ayuda a enfrentar
todos los retos para la evolución de la persona. Enseña a utilizar los éxitos o
fracasos como experiencias y aprendizajes. Propicia energía positiva para
llevar a cabo los proyectos o las metas. En el aspecto físico proyecta energía
al intestino delgado y colon, todos los procesos metabólicos y los ganglios
linfáticos inferiores.
Amarillo:
Es alegría, la luz, el sol, intelecto, libertad, evolución,
sabiduría, imaginación, anhelo de libertad, envidia, superficialidad. Permite
liberar los temores internos. Ayuda a manejar con balance el ego, las
desilusiones, todo lo que afecta emocionalmente. Ayuda a canalizar mejor la
intelectualidad. En el aspecto físico envía energía al aparato digestivo,
hígado, vesícula, páncreas, bazo,y riñones.
Verde:
Constancia, Armonía, desarrollo, esperanza,
voluntad, mejora, integridad, bienestar, perseverancia, autoridad. Falta de
sinceridad, codicia, poder. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental.
Permite expresar los sentimientos más libremente. Propaga el amor hacia
uno mismo y los demás. Ayuda a liberarse del apego a las posesiones o las
falsas excusas. Es el destilador del equilibrio en todo el cuerpo. Ayuda a
controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta
energía vital al sistema circulatorio, cardiovascular, corazón.
Azul:
Paz, armonía, serenidad,
seguridad, aburrimiento, paralización ingenuidad, vacío. Ayuda a manifestar lo
que se lleva por dentro, permitiendo desarrollarse a medida que se van dando
cambios en la vida de la persona. Impide la frustración y la resistencia para
comunicarse la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás.
En el aspecto físico despide energía a los pulmones, garganta, traquea,
ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alérgicas y padecimientos
de la piel.
Indigo: Ayuda a manifestarse con el ser interno, desplegando la intuición.
Permite aprender a dejar fluir las señales del cerebro, conectando directamente
a la inteligencia de la conciencia cósmica. Impulsa el control mental y expande
los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de
vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el
aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema
muscular y óseo.
Violeta:
Misticismo, magia, espiritualidad, transformación, inspiración. Pena,
renuncia, melancolía. Proyecta la unión del espíritu con la conciencia profunda del
cosmos. Amplía al poder creativo desde cualquier ángulo, música, pintura,
poesía, arte, permitiendo a la persona expresar su visión de la realidad y su
contacto con la fuente primordial, el creador del universo. Ayuda a no ser
extremista o absolutista, con el fin de expandirse explorando las dimensiones
de la imaginación y el conocimiento.
Rosado:
Amistad, sociabilidad, comunicación, imaginación, humor, encanto,
egoísmo, necesidad de reconocimiento. Envía estímulos de equilibrio total en
todos los niveles. Amor universal, bondad. Paz interna, autovaloración.
Equilibra las emociones, ayuda a liberar los rencores, el enojo, la culpa, los
celos.
Si lo fusionas con el verde o el azul, te ayudará a equilibrar el extremo
feminismo y la cursilería. En el aspecto físico, proyecta energía al corazón y
te ofrece una recuperación completa en todos los niveles a través del rayo
rosa.
Bueno, ahora si ¿Cómo es que puedo tratar algunas
dificultades emocionales y de aprendizaje en los niños usando mandalas?
Te recomiendo que primero hagas el ejercicio que a continuación te voy a
contar y al día siguiente ya puedes intentar con el segundo. Es importante
preparar a los niños para cada cosa nueva que vayan a hacer, a eso le llamo
transición,, se puede hacer con una canción o simplemente con una explicación,
por ejemplo, cuando el niño va a viajar en avión por primera vez, deberías al
menos unos días antes mostrarle videos o fotos de lugar a donde va a ir y del
avión ene le que va a viajar. En este caso debes presentarle los mandalas y que
él lo intervenga libremente, ya luego puedes realizar el ejercicio completo,
incluso puedes hacerlo a diario, sin que se vuelva algo rutinario o incómodo
para el niño, en ningún caso se debe obligar o forzar a realizarlo.
Si se quiere hacer un mándala, debemos tener en cuenta su diseño básico:
Un círculo y cuatro puntos cardinales.
Pero esta no es una regla estricta que no se pueda romper, también puede ser
que en lugar de que su base sea un círculo puede ser un triángulo, un cuadrado,
o un octágono.
A partir de ahí podemos diseñar el mándala para el niño y el niño debe
escoger decorarlo con imágenes místicas como el símbolo del ying-yang, una
cruz, la estrella de David, lunas, estrellas, el sol, flores, aves, paisajes,
nubes, figuras geométricas… en fin como él o ella quiera .
Ejercicio 1: inicial ( necesario)
Si quieres que él mándala guíe al niño para el auto-conocimiento, pídele
que no piense en formas ni colores, deja que solo el mandala lo vaya guiando,
haciendo lo que en ese momento de manera intuitiva le nazca.
Ejercicio 2:
Busca un lugar tranquilo, y pídele al niño que observe detenidamente su
mándala, que se concentre en él, después de dejar que el niño lo observe
por un largo rato pregúntale si nota algo raro, si el niño nota que se
mueve, es esa energía que está activada.
Es conveniente que el niño empiece a pintarlo de
afuera hacia adentro, esto representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro
centro, hacia nuestro interior.
Pídele al niño que decida la dirección en va a pintarlo y trata de que
la mantenga.
Al elegir los colores puede hacerlo de manera intuitiva, de esta manera
podrás descifrar el estado de ánimo del niño.
También puede hacerlo eligiendo los colores y tratar de cambiar el
estado de ánimo del niño de ésta manera.
Tal vez te al niño le de sueño en el proceso, si estaba tenso, el
mándala está cumpliendo con la relajación, es normal, en este caso es
preferible dejarlo y que el niño vaya a dormir.
Si el niño no termino el mándala en ese momento, déjalo así, la próxima vez que
quiera pintar uno, pídele que elija uno nuevo, con colores que vayan más
acorde con su estado de ánimo en ese momento.
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